En los primeros capítulos Ohsawa nos plantea qué es el Judo:"El Judo no es para nada un deporte, ni un arte de dominar o matar a otro por el empleo de la fuerza como el box, la lucha o las armas. No está fundado en una ventaja muscular, de peso o de destreza: eso sería de un orden similar a la superioridad de un ave o un pez. El Judo es un método de perfeccionamiento de la personalidad de cada individuo que nos enseña a vivir, es decir:
1) El respeto hacia todos y sobre todo por los que nos atacan por la fuerza o por otros medios porque son los que nos dan lecciones prácticas, permitiéndonos conocer nuestras faltas y defectos.
2) La hegemonía de la suavidad y del silencio que cubren la profunda solidez de la constitución y personalidad.
3) La adaptabilidad, intuición, instinto y voluntad, a través de movimientos prácticos y rápidos, que necesitan juicio y raciocinio y acción instantánea.
4) El desarrollo de una concepción del mundo y del universo, del orden del universo, de su constitución dialéctica, base de la estrategia de paz para establecer la sociedad de un pueblo libre.
El Judo es un método para aprender cómo vivir sin temor ni lucha alguna, una vida muy feliz para siempre. El temor es la mentalidad de los que ya se dan por vencidos. La lucha es el desconocimiento de la felicidad. Y es por eso que la victoria es un palíndromo: está siempre acompañada por su opuesto, la derrota.
El Judo es algo más grande que un arte. Es una medicina, una religión gimnástica y filosófica o, por decirlo de otra forma, es un deporte religioso y también una filosofía y una dialéctica práctica. Es una experimentación física del Principio Unificador de Extremo Oriente: el Orden del Universo.
El Judo no es para nada un arte de ataque, se prohibe toda resistencia, así como esconderse y huir. Pero no es para nada insoportable. Es apasionante pues es una técnica muy práctica. Es un arte pasivo que permite recibir golpes sin arriesgar la vida, sabiendo que no existe un solo enemigo en este mundo; que cualquiera puede convertirse en un buen amigo y que nuestros enemigos son nuestros maestros respetados, pues nos permiten descubrir las propias imperfecciones fisiológicas y filosóficas. Nos obligan a rectificar y a perfeccionar nuestra concepción del mundo. El Judo nos permite hacer del más débil, más ignorante, más primitivo, el más fuerte, más sabio y más civilizado.
La meta de la escuela de Judo es la de ofrecer, hacer percibir y comprender el Principio Unificador de la vida, el compás que indica la buena orientación hacia la paz-felicidad, la inmediata libertad-salud, en cualquier lado y momento, con sólo practicar un método físico y fisiológico. El Judo es como una verdadera medicina que buscando establecer la paz fisiológica individual y social, un estado de salud perfecta, suprimirá la necesidad de toda medicina convencional.".
Prefacio 7
I Introducción 15
II Un Pequeño Guijarro Caído del Cielo 21
III El Kiu-Do y el Prof. E. Herrigel 27
IV Significado del Do en la Palabra Ju-Do 35
V El Sistema del Combate Reducido a dos Protagonistas 39
VI Historia Biológica del Ju-Do 47
VII El Maestro Kano 57
VIII El Maestro Uesiba 69
IX Los Bienaventurados 77
X El Orden del Universo 79
XI Otra Medicina 87
XII El Ju-Do – Una Macrobiótica 97
XIII El Ju-Do y Jesús 111
XIV Ju-Do y Confederación Mundial 121
XV La Asamblea de los Pueblos 131
XVI Cómo Realizar Milagros 141
XVII El Juicio y sus Siete Etapas de Desarrollo 143
Conclusión General 148